Los comisarios de la muestra me sugirieron intervenir en torno a las obras de Miquel Barceló. Ambos somos de la misma quinta, nos conocemos desde hace mucho y me gusta su pintura. En seguida me atrajo el rincón de la pared que separaba las dos obras de mayor formato, y decidí que mi dibujo bien podía insertarse allí, haciendo de nexo entre ambas pinturas (la de la izquierda, "Têtes de sardines" es de 1999 y la otra, "Fifteen holes", es de 1987).
Además de usar el rincón, la otra cosa que me hacía gracia era precisamente el contraste que se produciría entre esas pinturas de Barceló, tan barrocas y matéricas, y mi trabajo de línea desnuda. Ideé entonces un simple gag visual que incorpora y funde la temática de ambos cuadros, y fue entonces cuando me di cuenta de que el hecho de insertarlo ahí en medio convertiría automáticamente el conjunto en una tira cómica de tres viñetas.
No sé que opinará Miquel Barceló al ver sus cuadros temporalmente transformados en viñetas, aunque confío en su probado sentido del humor.
Muy interesante el concepto -aunque no sea premeditado- de crear una tira de tres viñetas formadas por dos Barceló y un Max. Casi un cadáver exquisito. Y la situación de tu dibujo en esquina lo convierte en un trampantojo a la inversa, porque crea la ilusión de una imagen plana aun teniendo volumen. El contraste entre la materia de los cuadros y tu depurada urraca es brutal, quizás yo le habría metido algo de textura y grosor al pez -que pareciera literalmente arrancado del cuadro- para suavizar ese contraste, pero bueno es mi opinión. En todo caso, coincido contigo en que es una muestra que va a ser referencia indiscutible en lo que se refiere a la relación cómic-museo y me pregunto si hay (o va a haber) alguna publicación que recoja todas las intervenciones, porque en el catálogo de comic nostrum que me han enviado en pdf solo le dedican una página.
ResponderEliminarYo, en cambio, opino que el contraste cuanto más brutal mejor. De todos modos se me olvidó decir que había una condición inexcusable para la técnica de las intervenciones: todas debían ser en vinilo negro aplicado sobre la pared. Eso descartaba cualquier posibilidad de color o de textura matérica.
ResponderEliminarMucho me temo que esto solo va a tener el eco que los propios implicados podamos darle. Ayer eché un vistazo a una de las webs habitualmente mejor informadas de lo que sucede en el mundo del cómic y ni siquiera encontré noticia del Comic Nostrum. ¿Será que el famoso aislamiento psicológico insular funciona realmente en ambos sentidos?
No habrá catálogo: el museo no tiene un duro, nosotros lo hemos hecho por amor al arte (al del cómic más que al del museo, ja ja!) y tampoco tenemos un duro. Nadie tiene un duro. ¿Se podría hacer un bonito pdf? Sí, si no hubiera otro impedimento aún mayor: los copyrights de los pintores. Porque la cosa implicaría pagar derechos sobre Picasso, Miró... (por mencionar a los dos más gordos). Y nadie tiene un duro. Y si alguien lo tuviera debería ser, pienso humildemente, para pagarnos primero a nosotros, que somos los que nos lo hemos currado, antes que a los herederos de los artistas. En fin.
Pues evidentemente, si el condicionante técnico era el uso de vinilo negro aplicado sobre la pared, mi propuesta anterior tiene -si cabe- aún menos sentido.
ResponderEliminarSobre el uso de los derechos de imagen, aunque es un tema espinoso, si el museo lo autoriza, no creo que hubiera demasiadas complicaciones, de hecho ellos trabajan con esas imágenes todo el año. Pero claro, lo de la pasta es insalvable y es obvio que la cultura ha sido uno de los campos más castigados en este periodo de vacas flacas. Aún así, la grandeza de los artistas hace que colaboréis una y otra vez de forma altruista en propuestas que -como esta- interesa que salgan adelante a pesar de los problemas presupuestarios. Enhorabuena.
Y acerca del eco a posteriori de la espectacular experiencia, pues habrá que dar tiempo al tiempo; yo creo que sí se hablará de Carte Blanche como una expo de referencia. Ignoro por qué no se ha hablado de Comic Nostrum en determinados medios y si es un problema de comunicación, interés o lo que sea, yo he seguido la información del festival vía web en tu blog, en Verkami y en el facebook de Comic Nostrum de forma fluida y sintiendo no estar más cerca para poder visitarlo, pero muy orgulloso de haber colaborado con la organización rompiendo la hucha para adquirir uno de los dibujos de la "jam session"...
Pues no sabía que eras uno de los que han apoyado al Còmic Nostrum. Muchas gracias por tu generosidad, Rubén. Sin ayudas como la tuya difícilmente hubiera sido posible llevarlo a cabo. Y, bueno, que sepas que ha sido un éxito, todo ha salido rodado, y estamos exhaustos pero felices. A mi desde luego me emociona mucho que alguien tan lejano geográficamente opte por apoyar esta majarada que sucede en una isla de la que nadie se acuerda más que en verano. Gracias!
ResponderEliminarVaya, pues hablé con la organización para ver si tu me podías dedicar la jam, pero imagino que con tanto lío de agenda no habrán podido avisarte a tiempo. En otra ocasión será. Y gracias a ti por tenernos al día de tantos proyectos interesantes -como en otras ocasiones, yo me enteré de la existencia de Comic Nostrum gracias a este blog- y gracias, sobre todo, por estar tan cerca de tus seguidores y tener siempre un rato para contestar nuestras entradas.
ResponderEliminarEse pajarraco ya es casi un logo imprescindible... un icono diría yo.
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