La propuesta que nos hizo Santiago García cayó en terreno abonado porque resulta que, sin él saberlo, Mireia y yo llevábamos ya algún tiempo tanteando hacer algo juntos. Nos pusimos a trabajar sin límite previo en cuanto a la extensión, lanzándonos ideas escritas acerca del contenido de la historia, vía e-mail. Acordar un punto de arranque no resultó nada fácil. Y en cuanto al desarrollo... bueno, nuestros respectivos métodos de trabajo son casi opuestos. Allá donde yo me obsesiono en planificar de antemano, Mireia lo fía casi todo a la improvisación. Eso me sacaba por momentos de mis casillas, hasta que recordé que hubo un tiempo en que yo también trabajaba así y decidí volver a disfrutar de esa sensación de aventura. Así y todo hubo cierto tira y afloja entre ambos, momentos de tenso desconcierto en el proceso de trabajo que se solventaban con giros inesperados del guión, lanzados a modo de desafío mutuo ("¡ja, a ver cómo sales de ésta!"). Divertido y emocionante, aunque en algún momento llegué a pensar que no íbamos a ninguna parte. Pero a partir de cierto punto, misteriosamente y sin pacto previo, las decisiones que íbamos tomando cada uno por separado empezaron a conectar perfectamente y a confluir hacia un mismo objetivo, y a partir de ahí ya salió todo rodado.
En fin, una experiencia enriquecedora de la que ambos hemos aprendido un montón.
"M+M" is a 24 page story that I've written and drawn together with Mireia Pérez, and is the only visual contribution to the book "Supercómic, mutaciones de la novela gráfica contemporánea", edited by Santiago García and to be released in april by Errata Naturae.
Hombre esto ya me dice mas de la historia, se ve interesante e intensa, sobre todo, por "el pique sano" entre autores.
ResponderEliminarMe ha gustado como explicas el proceso que seguisteis.Y como planteamientos que difieren llegan a confluir.
Me ha gustado que como visión particular te autorretrates nuevamente como coprotagonista de la historia. La cual adquiere mas peso, al ser narrada por ambos, en cierto modo, en primera persona.
Por otro lado, pienso que ni el cuervo, ni el cíclope tienen razón, aun a pesar de que redundes de vez en cuando, en usar elementos que ya forman parte de tu iconografía personal(algo que le confiere impronta única y singular a lo que creas y marca un estilo definido),creo también que tus historias son imprevisibles, mas bien , sabes mantener muy bien la atención hacia tus nuevas creaciones y despertar en los que te seguimos un nuevo interés, cada vez, de forma; que nos preguntemos una y otra vez ¿hacia donde irán los pasos de Max esta vez?.
Sorprendiéndonos una y otra vez con giros inesperados, cambios de registro gráfico, temática dispar y variada; que vienen a implementar ese interés y a avivar la llama del reconocimiento de la maestría de un artista todo-terreno como es Max.
Frecuentemente me encuentro con determinados autores de prestigio internacional, no me refiero sólo al mundo del comic, sino al de la música o, sobre todo, el cine, que debido al hecho de que sean considerados grandes creativos, maestros con su mundo propio o directamente genios, realizan obras bastante flojas o mediocres por el simple hecho de que nadie a su alrededor se atreve a decirles NO. Esto NO está bien - Por ahí NO vas a ningún sitio - Con esto NO aportas nada a lo que anteriormente habías hecho. La crítica, si es constructiva, es una fase fundamental del progreso creativo. En tu caso, aparte de tu increíble versatilidad y los continuos giros de tu obra, noto en los últimos años que te enfrentas abiertamente a ese miedo y lo compartes con tus lectores. También me da la sensación de que ese interés en participar en colaboraciones que en principio podrían volverse contra ti (¿qué necesidad tiene un artista consagrado en arriesgarse en proyectos tan inciertos?) radica en que es una forma de enfrentarte al NO, a puntos de vista muy distintos del tuyo, y superando este conflicto seguir dando pasos en una carrera que se expande con fluidez.
ResponderEliminarNo solo procuro atender a lo que dice la crítica -no sólo la oficial, sino también la de lectores y amigos-, sino que la necesito desesperadamente. No para escuchar elogios, desde luego, sino porque necesito saber cómo se lee y se entiende mi obra desde fuera. El trabajo del autor de cómic es solitario, muy intenso emocionalmente y altamente subjetivo, y uno acaba por perder cualquier perspectiva "ecuánime" -si tal cosa es posible- sobre su propia obra. Mi experiencia es que en el proceso de la creación uno se ve apartado del mundo, trasladado a "otra parte", aislado en un estado de conciencia "alterado", quizá similar de algún modo al trance chamánico. La vuelta a la realidad se hace imprescindible porque ese proceso consume toda la energía disponible, y esa vuelta a la realidad no es otra cosa que el feedback que se recibe sobre lo que uno ha hecho. A mí me sirve, desde luego, para sacar conclusiones, reorientar algunas cosas a veces y retomar fuerzas para el siguiente embolado en que me voy a meter.
Eliminar(Y aquí una queja sobre la alarmante escasez de crítica seria y fundamentada sobre cómic en nuestro país, cosa que he podido comprobar a raíz de la publicación de Vapor. Las personas de las que sé positivamente que me hubieran aportado mucha luz con su crítica resulta que no la han hecho, supongo que simplemente porque nadie les paga por ello y no hay tiempo para ocuparse de todo. Así están las cosas).
Lo de las colaboraciones es mi intento de no andar todo el día perdido en el solipsismo. Hasta de uno mismo se llega a aburrir uno. Es una manera de confrontarme con otros puntos de vista, como muy bien dices; de ser flexible, de compartir lo que sé y aprender lo que se me escapa, de entusiasmarme con desafíos inesperados, cuya virtud es precisamente que son inciertos. Pero atención: no está escrito en ninguna parte que sea más fácil meter la pata acompañado que solo, ja ja!.
Por otro lado, he visto a demasiados artistas que admiro envejecer mal, no entender nada de lo que venía después de ellos, quedarse desconectados. Yo no pienso caer en eso. En fin, creo que tengo aún curiosidad para rato y ganas de meterme en jardines.