Pues si cada cual tiene su criterio y lo que a nosotros nos parece brillante, a otros les parece un ladrillo infumable. Por otro lado , los descartes no hay que desecharlos totalmente, ya que algo aparentemente nimio e insípido, puede ser el germen de una brillante y fructífera obra. Es lo que tiene el azar y la multiplicidad de gustos...
Pues si cada cual tiene su criterio y lo que a nosotros nos parece brillante, a otros les parece un ladrillo infumable.
ResponderEliminarPor otro lado , los descartes no hay que desecharlos totalmente, ya que algo aparentemente nimio e insípido, puede ser el germen de una brillante y fructífera obra. Es lo que tiene el azar y la multiplicidad de gustos...