Estar en México en los días previos al Día de Muertos fue el paraíso para mi. En todas partes había calaveritas, esqueletos, Catrinas y ofrendas a los muertos: en las paradas de los mercados, en los escaparates de los comercios (en absolutamente todos), en los vestíbulos de los edificios oficiales (en Correos exhibían tres momias), en los centros culturales y museos, en los restaurantes, en los transportes públicos, y hasta en las iglesias. Algunas de las calacas que podéis ver aquí cuelgan ahora en mi estudio.
Disfruté mucho de la exposición en el centro cultural.
ResponderEliminarVuelva pronto.
Ya sabia yo como dije en algun comentario anterior que por la fecha (dia de muertos) y el lugar (Mexico) te fascinaria y que te traerias alguna calaverita de recuerdo, je je . Te voy conociendo Max, je je...
ResponderEliminarEs una pasada. Yo me hubiera traído también unos cuantos.
ResponderEliminarUn saludo