La verdad es que entre el lenguaje inclusivo, los anglicismos que acaban convirtiéndose en neologismos y la inevitable jerga de la juventud del relevo generacional, vivimos una constante Babel evolutiva. Si a eso añadimos los comentarios mal puestos ortográficamente en todas las redes sociales. Ya está tardando el meteorito en golpear la tierra.
La verdad es que entre el lenguaje inclusivo, los anglicismos que acaban convirtiéndose en neologismos y la inevitable jerga de la juventud del relevo generacional, vivimos una constante Babel evolutiva. Si a eso añadimos los comentarios mal puestos ortográficamente en todas las redes sociales. Ya está tardando el meteorito en golpear la tierra.
ResponderEliminarVaya plot twist, ni la imaginación febril de William Burroughs hubiese podido anticipar la letal mutación madrileña del virus del lenguaje 🦠😵💫
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