Seguramente que a veces os sentiréis así agobiados por el aluvión de trabajos puntuales, manipulados por la presión de cumplir los plazos de entrega.Imagino que a veces ni con seis brazos llegareis. Imagino también, que escribir la palabra fin en una historia larga o dar la ultima pincelada; debe de ser un desahogo y a la vez una impaciencia, por como será recibida la obra...¿no?
Bueno, no va tanto de eso como de que, además de pensar y dibujar hay que hablar con los clientes, negociar contratos, aprenderse la ley, hacer facturas y declaraciones trimestrales, contestar el correo, atender blogs, twitters y facebooks, enviar y recoger paquetes, barrer el estudio de cuando en cuando... buuuff!!! ;)
Seguramente que a veces os sentiréis así agobiados por el aluvión de trabajos puntuales, manipulados por la presión de cumplir los plazos de entrega.Imagino que a veces ni con seis brazos llegareis. Imagino también, que escribir la palabra fin en una historia larga o dar la ultima pincelada; debe de ser un desahogo y a la vez una impaciencia, por como será recibida la obra...¿no?
ResponderEliminarBueno, no va tanto de eso como de que, además de pensar y dibujar hay que hablar con los clientes, negociar contratos, aprenderse la ley, hacer facturas y declaraciones trimestrales, contestar el correo, atender blogs, twitters y facebooks, enviar y recoger paquetes, barrer el estudio de cuando en cuando... buuuff!!! ;)
ResponderEliminarVamos que de aburrirse ni loco..
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